Microsoft dejará de actualizarlo después de 13 años en activo
La popularidad le dio una prórroga, pero no le ha servido para
salvarse. Su muerte se anunciaba desde 2008. Windows XP, un sistema
operativo instalado en más de 2,3 millones de ordenadores de empresas y
casi en cuatro millones de hogares, dejará de recibir soporte el 8 de
abril de 2014. En total representa el 30% del parque de ordenadores
activos en España. Mantiene una cuota muy similar, el 31,4 % según Net Applications, en el resto del mundo.
Para Microsoft, su creador, morirá en ese mismo instante.“Ya no vamos
a hacer parches de seguridad, ni asumir problemas legales. Se acabó el
soporte, no habrá, ni gratis, ni de pago”, subraya Fernando Calvo
Velilla, director de Windows en Microsoft Ibérica. Esto no significa que
el ordenador de casa deje de funcionar, pero sí que dejará de
actualizarse y en consecuencia será más permeable a virus y ataques
informáticos, los periféricos más modernos ya no serán compatibles.
Este paso quiere incentivar la adopción de Windows 8,
estrenado a finales de 2012 y que saldrá con una importante renovación
el próximo 18 de octubre. Windows XP ha sido la versión más longeva de
la historia de Windows, casi 13 años en activo, desde el 21 de octubre
de 2001. Suplió las carencias del criticado Windows 2000 y, sobre todo,
una polémica versión doméstica, ‘Me’. Una longevidad que llama la
atención si se tiene en cuenta la renovación casi anual, previo pago de
17 euros, por parte del sistema operativo de Apple.
El directivo no pretende generar alarma pues argumenta que la
prórroga ha sido de más de dos años sobre los planes previstos, pero ya
es imposible mantenerlo. “Queremos sacar de XP a las empresas. Ya sea
con Windows 7, 8 o el 8.1 que sale en pocas semanas. 7 y 8 están hechos
para convivir. Vamos a ayudar a dar el salto”, expone. Aunque sí tiene
que dar un consejo, lo tiene claro: “Si hay que renovar, recomiendo una
pantalla. Hay cuatro veces más aplicaciones táctiles que con ratón. Lo
ideal en el entorno de trabajo es un híbrido”. Este tipo de aparatos
funcionan como tableta independiente, pero también se pueden integrar en
estaciones de trabajo o teclados que incluyen batería de modo que la
autonomía puede ir más allá de 10 horas. Asus, HP y Acer preparan este
tipo de propuestas.
Surface 2, también dentro de esta categoría que une el mundo táctil,
algo más lúdico, con el profesional, saldrá al mercado el 22 de octubre
en España. Es la segunda intentona de Microsoft para combatir el éxito
del iPad. Apple no inventó las pantallas táctiles, pero sí las convirtió
en algo deseable, en un nuevo aparato de consumo, más allá del
ordenador y el móvil. Desde Microsoft insisten en que su guerra no pasa
por vender más Surface, aunque esta vez sea más delgada, con mejor
pantalla y con varias posiciones de visionado, sino en mostrar un
aparato inspirador para que el resto de la industria siga la estela.
Uno de los rumores más recurrentes es la fabricación de una tableta por parte de Nokia –ahora propiedad de Microsoft-.
Calvo no se aventura a confirmarlo: “Hay que esperar a enero para que
se confirme la adquisición. Por ahora no podemos decir nada más”. Aunque
encaja dentro de la lógica de sus declaraciones: “Vamos en serio con el
hardware, nosotros fabricamos nuestros aparatos”.
El gigante del software insiste en que el precio no tendría que ser
un impedimento. Windows 8, que incluye la actuación a 8.1, cuesta 150
euros. “Tenemos un acuerdo con HP para ayudar con la financiación, para
ayudar en la transición con descuentos y ofertas. Hemos puesto el foco
en herramientas de migración”, aclara.
En la empresa creada por Bill Gates han aprendido a convivir con las críticas. En Windows 8
se tomó una decisión valiente, terminar con una de sus señas de
identidad, el botón de “Inicio”. De hecho, cuando se creó, en Windows
98, fue el motivo de la campaña publicitaria con el ‘Start me up’ de los
Rolling Stones como banda sonora. En 8.1 ha vuelto, junto al botón lo
hace el menú desplegable con los programas más usados. Es decir,
mantiene la interfaz del escritorio similar a Windows 7 y los iconos en
cuadrícula de la versión 8. “No me importa que hagan bromas sobre un
supuesto error. Prefiero pensar que hemos escuchado las críticas y
rectificado”, sostiene el directivo.
Al mismo tiempo, aprovecha para lanzar un mensaje a Google.
“Intentamos ser cada vez más accesibles; por ejemplo, para crearse una
cuenta de usuario vale cualquier correo. No pasa como con Android, que
es necesario tener cuenta de Gmail para activarlo”.
Esta no es la única novedad del 8.1. La consecuencia será la llegada
de más tamaños de pantalla. Ya no se ciñen a las 10 pulgadas, sino que
tendrán competidores para los populares iPad Mini y Nexus 7.
Habrá tabletas Microsoft con precios que ronden los 200 euros, muy
ajustado si se tiene en cuenta que el precio de la licencia suelta del
sistema operativo, y, sobre todo, con algo a su favor, el puerto USB,
una puerta abierta a periféricos y ampliaciones que no tienen iOS o
Android.
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