En estas últimas semanas, a raíz de los eventos
acaecidos en Chipre, ha vuelto a la actualidad el fantasma del
"corralito bancario". Por este motivo, y aprovechando la
experiencia vivida en mi país natal, Argentina, hoy hablamos sobre
qué es y por qué se establece un corralito.
El término corralito surgió en Argentina en el año
2001, donde debido a la intensa crisis económica (que había
empezado a mediados de 1998) y la desconfianza en el sistema
bancario, que mantenía un importante volumen de deuda pública entre
sus activos, generó una salida de más del 20% de los depósitos en
menos de un año. Para evitar que este drenaje continuara, dañando
la viabilidad del sistema y perjudicando más aún a la economía, el
Gobierno estableció una serie de limitaciones para las entidades
financieras y para el público. Entre las medidas aplicadas se
encontró la prohibición de retirar más de 250 pesos (equivalente a
250 dólares en dicho momento) por semana y por entidad financiera.
Asimismo, no podían realizarse transferencias al exterior, con la
excepción de operaciones de comercio exterior o pagos de gastos. El
corralito se mantuvo en Argentina durante casi un año. En este
período se llevó a cabo una devaluación del peso argentino y se
pesificaron, es decir, se transforman de dólares a pesos al tipo de
cambio establecido por el estado (1,40 pesos por dólar), los
depósitos que mantenían los argentinos en las entidades, perdiendo,
por tanto, parte del poder adquisitivo de sus ahorros.
La restricción aplicada a los ahorros en Chipre no
tiene que ver con un problema de liquidez y un éxodo de los
depósitos, sino con la necesidad de capitalizar a las entidades que
habían experimentado grandes pérdidas derivadas de la crisis
financiera y de la exposición a Grecia. Para hacer frente a este
problema se establecieron quitas a aplicar sobre los distintos
acreedores de las entidades, incluyendo entre éstos a aquellos
depositantes que tuvieran un volumen de depósitos superior a los 100
mil euros. Adicionalmente, y con el objetivo de evitar una mayor
pérdida de depósitos en un momento de incertidumbre, que pueda
llevar a que las entidades experimenten nuevas tensiones y una mayor
probabilidad de quiebra que pueda dañar todavía más la frágil
situación de la economía, al igual que en Argentina, se ha limitado
la posibilidad de extraer del banco hasta 300 euros diarios por
persona e institución. Adicionalmente a estos 300 euros diarios, se
permite realizar pagos relacionados con el funcionamiento del
negocio, pago de salarios, gastos de estudio, y algunos pagos al
exterior, aunque con limitaciones sobre las transferencias de fondos.
Por tanto, el corralito bancario consiste en aplicar
restricciones sobre la extracción de dinero mantenido en las cuentas
en el banco, cuyo objetivo es evitar la salida en masa de depósitos
del sistema que pueda llevar a la quiebra de las entidades bancarias.
Esta restricción se puede mantener hasta que la confianza en las
entidades bancarias se recupere, y el riesgo de mayor daño en la
economía se vea mitigado. Sin embargo, su establecimiento no es
inocuo para el desarrollo económico, ya que limita en cierta medida
el gasto y funcionamiento normal de familias y empresas.
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