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viernes, 27 de noviembre de 2015

Los impuestos más extraños

Hay o han existido impuestos por el mundo que parece mentira que existan. Hoy en día muchos de estos impuestos “raros” los tienen en algunos estados de los Estados Unidos, aunque a lo largo de la historia han existido impuestos realmente curiosos.

Impuesto por tatuajes y piercings. Desde 2002, los locales que hacen piercings y tatuajes en Arkansas deben incluir en el precio un impuesto del 6% por realizar la actividad a sus clientes.

Impuesto por tirar de la cadena del inodoro. En Maryland, desde 2005 los ciudadanos pagarían un impuesto por tirar de la cadena del inodoro. Hubo muchas quejas porque al tratarse de una necesidad fisiológica, se consideró que esta medida era injusta. Deben pagar aproximadamente 30 dólares al año por tener un inodoro en propiedad.

Impuesto por comprar fruta fresca. En California, si compras fruta fresca en una máquina pagas un 33 por ciento de su coste en tasas. En Maine existe un canon especial que grava los arándanos. 

Impuesto a las flatulencias de las vacas. En la actualidad, preocupados por el calentamiento global, algunos países europeos como Dinamarca o Irlanda se plantearon la posibilidad de poner un impuesto a las flatulencias de las vacas. No en vano, de acuerdo con la FAO el 18% de los gases de efecto invernadero provienen del ganado doméstico.

Impuesto por grasas saturadas. El gobierno de Dinamarca anunció esta medida en octubre de 2011 como lucha contra los problemas de salud creados por este tipo de grasas. El aceite y la mantequilla sufrieron un impuesto de unos 2,60 dólares.

Impuesto a brujas y adivinos. En la capital de Rumanía se determinó que las personas que se dedicaran a este oficio debían pagar un impuesto del 16%, además de tener que contribuir a la sanidad y la jubilación para poder realizarlos. Supuestamente después de imponer esta medida en 2011, algunos de los que habían apoyado esta norma se dice que podrían haber recibido maldiciones de brujas y adivinos.

Impuesto por obesidad. En Finlandia se propuso cobrar más impuestos a las personas que sufren de obesidad. Además la medida planteaba cobrarles un extra en todos los servicios relacionados con la salud.

Impuestos por tener perros. En el año 2013 la localidad catalana de Sant Feliu de Llobregat (España) propuso cobrar entre 15 y 35 euros a las personas que tengan un perro. En Durham, Carolina del Norte, los propietarios de animales domésticos han de registrarlos, pagando a partir del cuarto mes una tasa de 10 dólares si el animal está castrado o esterilizado. 75 dólares en caso de que no lo esté

Impuesto a la diversión. Si vives en el estado de Pittsburgh, en Estados Unidos, te conviene ser una persona aburrida, ya que existe un impuesto de un 5% sobre cualquier objeto o espectáculo que entregue entretenimiento. Para ahorrar, más vale quedarse mirando el techo.

Impuestos al sexo. En Utah, Estados Unidos, los negocios relacionados con el sexo explícito o aquéllos en los que participen personas desnudas o parcialmente sin ropa, han de tributar un 10% de los ingresos de la actividad.

Impuesto por tener un televisor. En el Reino Unido existe un impuesto bastante extraño. Si tienes un televisor, debes pagar una licencia especial. Este impuesto se utiliza para recaudar fondos para la estación de TV Pública, la BBC. El costo depende de tu televisor y está presente desde 1946.

Impuesto por cubrir los senos. Las mujeres de las castas más bajas en la India a inicios del siglo XVII, debían pagar un impuesto bastante alto para salir en público con sus pechos cubiertos. Se consideraba que las mujeres pobres no tenían derecho a la modestia y, el costo variaba por el tamaño de los senos o qué tan atractivos eran considerados por los recaudadores. Este impuesto se derogó en 1840.

Impuesto a la orina. En la Antigua Roma, la orina no era solo un desecho corporal, sino que se le utilizaba en procesos de producción. Quienes recolectaban orina debían pagar un impuesto especial.

Impuesto por las ventanas. En el siglo XVII, durante el reinado de Guillermo III de Inglaterra, se impuso que los propietarios de casas que tuvieran más de 6 ventanas debían pagar un impuesto. Muchos prefirieron tapar los espacios por los que entraba luz que pagar el dinero.

Impuesto por tener barba. En la Rusia del siglo XVIII, el zar Pedro el Grande estableció un impuesto especial a pagar por hombres que tuvieran barba. La idea de este gobernante era modernizar el país, ya que veía que otras naciones europeas tenían como líderes a hombres de rostro afeitado.

Impuesto por el uso de sombrero: durante el siglo XVIII, en Reino Unido los hombres tenían que pagar un impuesto especial por comprar o vestir un sombrero.

Impuesto por ser guapo. Se trata de una polémica propuesta lanzada por el economista nipón Takuro Morinaga, quien sugiere que los hombres más guapos y solteros deberían pagar el doble de impuestos que los menos agraciados. De este modo, asegura, se podría acabar con los problemas de descenso de natalidad que sufre Japón.

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